Vistas: 0 Autor: Editor del sitio Hora de publicación: 2024-12-02 Origen: Sitio
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un problema de salud desafiante y generalizado que afecta a millones de personas en todo el mundo. Esta enfermedad crónica abarca diversos trastornos inflamatorios del tracto gastrointestinal (GIT), que afectan significativamente la calidad de vida de los pacientes. Entre las dos formas principales, la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC), ambas se caracterizan por síntomas persistentes y debilitantes, lo que crea una necesidad urgente de mejores opciones de tratamiento.
Para desarrollar terapias eficaces, los investigadores dependen en gran medida de modelos preclínicos que simulan la enfermedad humana. Estos modelos desempeñan un papel fundamental en la comprensión de los mecanismos de la EII y la evaluación de fármacos potenciales. En este artículo, exploraremos el papel fundamental de los modelos animales de EII, con énfasis en el modelo inducido por ácido 2,4,6-trinitrobencenosulfónico (TNBS), una de las herramientas más utilizadas en la investigación preclínica. También discutiremos el potencial revolucionario de los inhibidores de JAK en el tratamiento de la EII y destacaremos la experiencia de HKeybio, un proveedor líder de modelos animales avanzados para la investigación autoinmune.
La enfermedad inflamatoria intestinal se refiere a afecciones crónicas y recurrentes que causan inflamación y daño al tracto gastrointestinal. Las dos formas principales de EII, la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC), difieren en sus características patológicas y áreas de afectación. A pesar de estas diferencias, ambas afecciones comparten síntomas y causas subyacentes comunes.
Los síntomas de la EII varían según la gravedad de la enfermedad y las áreas del TGI afectadas. Sin embargo, los síntomas típicos incluyen:
Dolor y calambres abdominales: malestar persistente causado por inflamación y úlceras.
Diarrea crónica: evacuaciones intestinales frecuentes, a menudo acompañadas de sangre o mocos.
Fatiga: la inflamación crónica y la mala absorción de nutrientes provocan un agotamiento de la energía.
Pérdida de peso: resultado de la reducción del apetito y la alteración de la absorción de nutrientes.
Sangrado rectal: indicativo de daño al revestimiento del colon o del recto.
Las causas exactas de la EII siguen siendo inciertas, pero las investigaciones sugieren una etiología multifactorial:
Disfunción del sistema inmunológico: una respuesta inmune anormal dirigida al propio tejido gastrointestinal del cuerpo.
Factores genéticos: los antecedentes familiares y la predisposición genética aumentan la susceptibilidad.
Influencias ambientales: los factores del estilo de vida, como fumar, la dieta y la exposición a contaminantes, exacerban la afección.
Desequilibrio de la microbiota: las alteraciones en el entorno microbiano del intestino pueden desencadenar inflamación.
Estos factores interactúan de manera compleja, lo que hace que la EII sea una afección difícil de tratar y estudiar. Los modelos animales preclínicos se han convertido en herramientas esenciales para investigar estas interacciones y probar nuevos enfoques terapéuticos.
Los modelos animales son indispensables para la investigación de la EII, ya que ofrecen información valiosa sobre los mecanismos de la enfermedad y proporcionan plataformas para evaluar tratamientos potenciales. Dada la complejidad de la EII, ningún modelo único puede replicar todos los aspectos de la condición humana. En cambio, los investigadores emplean varios tipos de modelos, cada uno diseñado para abordar preguntas de investigación específicas.
Modelos inducidos químicamente:
Estos modelos implican la aplicación de agentes químicos para inducir inflamación en el TGI.
Los ejemplos incluyen modelos de colitis inducida por DSS (sulfato de dextrano sódico) y TNBS.
Se utilizan ampliamente debido a su simplicidad, reproducibilidad y capacidad para imitar aspectos específicos de la EII humana.
Modelos genéticamente modificados:
Ratones genéticamente modificados que portan mutaciones asociadas con la EII.
Estos modelos ayudan a los investigadores a estudiar la base genética de la CU y la EC.
Modelos espontáneos:
Ciertas cepas animales desarrollan de forma natural afecciones similares a las de la EII.
Estos modelos son útiles para estudiar la progresión de la enfermedad y los efectos de la inflamación a largo plazo.
Modelos de transferencia adoptiva:
Implican la transferencia de células inmunes específicas a ratones inmunodeficientes.
Permitir a los investigadores estudiar el papel de las respuestas inmunitarias en el desarrollo de la EII.
Cada modelo tiene sus fortalezas y limitaciones, lo que los convierte en herramientas complementarias para una comprensión integral de la EII.
El modelo inducido por TNBS es uno de los métodos más utilizados para estudiar la enfermedad de Crohn. Este modelo implica introducir TNBS en el colon, lo que desencadena una respuesta inmune que se parece mucho a las características patológicas de la EC.
El modelo TNBS se basa en la capacidad de la sustancia química para haptenizar proteínas en la mucosa del colon, formando neoantígenos que provocan una respuesta inmune sólida. Los aspectos clave incluyen:
Activación de vías inmunes mediadas por Th1.
Reclutamiento de citocinas proinflamatorias como IL-1β, TNF-α e IFN-γ.
Desarrollo de inflamación transmural, un sello distintivo de la enfermedad de Crohn.
Similitud patológica: imita las características clave de la enfermedad de Crohn, incluida la inflamación transmural y la formación de granulomas.
Reproducibilidad: proporciona resultados consistentes en todos los estudios, lo que facilita la investigación comparativa.
Pruebas terapéuticas: ampliamente utilizadas para evaluar la eficacia de medicamentos antiinflamatorios y biológicos.
A pesar de sus ventajas, el modelo TNBS tiene ciertas desventajas:
Representa principalmente la enfermedad de Crohn, lo que la hace menos adecuada para estudios de CU.
La variabilidad en la respuesta puede surgir de diferencias en los métodos de dosificación y administración.
Estas consideraciones subrayan la importancia de seleccionar el modelo correcto para objetivos de investigación específicos.
Los inhibidores de Janus Kinase (JAK) representan un avance significativo en el tratamiento de la EII. Estos fármacos de molécula pequeña se dirigen a la vía de señalización JAK-STAT, que desempeña un papel fundamental en la activación de las células inmunitarias y la producción de citoquinas.
Inhibe la vía JAK-STAT, reduciendo la producción de citoquinas proinflamatorias.
Modula las respuestas inmunes, lo que lleva a una reducción de la inflamación y una mejor curación de la mucosa.
Ofrecer un enfoque dirigido, minimizando los efectos secundarios en comparación con los inmunosupresores sistémicos.
Los modelos inducidos por TNBS se utilizan ampliamente en estudios preclínicos para evaluar la eficacia de los inhibidores de JAK. Estos estudios han demostrado que:
Los inhibidores de JAK suprimen eficazmente la inflamación al bloquear vías inmunes clave.
Promueven la reparación de tejidos y reducen la gravedad de la enfermedad en animales tratados con TNBS.
Los inhibidores de JAK como Tofacitinib (UC) y Upadacitinib (CD) han demostrado una eficacia clínica significativa, ofreciendo una nueva esperanza para los pacientes que no responden a las terapias tradicionales.
El estudio de la EII sigue beneficiándose del desarrollo y perfeccionamiento de modelos animales, como el modelo inducido por TNBS. Estos modelos son invaluables para comprender los mecanismos de la enfermedad y evaluar terapias innovadoras como los inhibidores de JAK. Como CRO líder, HKeybio ofrece experiencia e instalaciones incomparables para respaldar investigaciones innovadoras en enfermedades autoinmunes. Contáctenos hoy para saber cómo podemos avanzar en sus objetivos de investigación e impulsar el progreso científico en el tratamiento de la EII.